“¿Es el amor el que vuelve estúpidas a las personas o es que sólo los estúpidos se enamoran?”
― Orhan Pamuk, My Name is Red
Estoy profunda y locamente enamorada, ¿lo sabían?
Tan enamorada que como dice la frase, a veces me vuelvo estúpida.
Les voy a narrar algo así como mi historia... Es mas, les voy a contar una de esas historias de amor que a ustedes les encanta.
Esta no empieza NADA BIEN.
Todo comenzó el 24 de septiembre, algo así como hace 7 meses. En Montevideo, y no en una hermosa plaza, o a orillas de un río, sino que en un baile. Si, en un boliche. Recuerdo que hablamos al rededor de 1 mes antes de vernos, pero fue intensivo.
Nos contábamos todo, hablábamos como 6 o 7 horas por día. Skype, mensajes, llamadas, Facebook. Todo...
Lo encontré en una radio, yo antes era locutora de un programa online.
Me mando un demo para entrar en la radio, yo no era la dueña, pero me pidió mi opinión. Su voz me maravillo, el había estudiado locución mucho tiempo, y era todo un profesional.
Tiene un año mas que yo, y compartíamos muchas cosas en común. Era un chico de esos que ya no se ven, tierno, compañero, fiel y sobretodo, para mi, perfecto.
Empezó a trabajar en la misma radio que yo... Eramos compañeros, el me escuchaba incondicionalmente y yo a él.
Me gustaba todo de este chico, por eso planeamos vernos, nada mas y nada menos en la fiesta que había organizado la radio en la que trabajábamos.
Fue un día para mi muy atareado, quería ir perfecta, quería que fuera especial. Debido a mi poca experiencia en bailes y en salidas, no sabia que tenia que hacer, como actuar, que decir.
No soy una santa por supuesto, pero muchas veces fingí ser quien no soy.
Si me conoces, y siempre te fingí ser esa "fiestera", esa persona sin baja autoestima y extrovertida. Perdón.
Esta soy yo... La boba que iba a su primer baile, y que no sabia ni que ponerse.
Al fin y al cabo, llego la noche, y entre idas y vueltas, fui peor que tarzan en un desfile de modas.
Fui realmente fea. Como si fuera a un asado con familiares, y lo peor es que no lo sabia, no me daba cuenta de esto, hoy en día, debido a que los 7 meses que vamos juntos me han enseñado muchas cosas, puedo reconocerlo.
Entre al baile, con muchísimas dificultades debido a los tacones altos de mi amiga numero 38, (calzo 41). Me quede conversando con conocidos. Cuando transcurrió la noche, lo vi entrar... Fue como que se abrió un pasillo para que el pasara, tenia luz, tenia algo especial. Desde ese día supe lo que ese chico causaba en mi.
Cuando hablábamos por Facebook, y el veía mis fotos, quizá no veía quien soy personalmente, si, puede que en fotos salga mejor de lo que soy, y para nada me favorecía mi atuendo. Sin embargo, se enamoro de mi, o quizá no tanto a simple vista. Hablamos poco... El se fue...
A las horas me cuentan que el estaba pasado de alcohol, yo triste porque la realidad en cuanto a nuestro dialogo no supero ni alcanzo mis expectativas, me fui del baile con mis amigos. El me toco el hombro. Quería acompañarme... yo me rehusaba, estaba teniendo un brutal ataque de cólera en ese preciso momento, la furia que había en mi era incontrolable. preguntas como ¿Por qué no me hablaste en toda la noche?, ¿Es verdad que estuviste con otras chicas?, ¡Deberías haber estado conmigo! ¿Por qué tomaste? no dejaban de salir de mi boca. El pidió disculpas, pedía acompañarme hasta la parada de ómnibus, yo y mi orgullo no queríamos, pero después de casi 11 cuadras de tenerlo prendido de mi brazo como un niño que no quiere separarse de su madre, decidí dejar que me acompañara a donde iba.
Hablamos, hablamos mucho. El no dejaba de abrazarme. De demostrarme cariño, que para mi, en tan poco tiempo, era raro.
Después de este encuentro estuvo algunos días sin hablarme. Resulta que esa noche un chico fue a decirle que no era una mujer buena para el, que no tenia fama de buena chica.
Sea como sea, el se veía molesto.
Hablamos como al tercer día después de vernos, y decidimos vernos al próximo fin de semana para ir a algún lugar lejos de todo y hablar en paz... La salida en si, fallo... Los planes que teníamos no se concretaron, y terminamos amigos y el, en el parque Lecocq mirando animales... Decidimos que íbamos a salir. A ser "algo"...
No había dudas, yo lo quería...
De ahí en mas, nos seguimos viendo en repetidas oportunidades... Vivimos situaciones inimaginables para cualquier adolescente promedio. Fuimos de lo mas simple, a lo mas complejo. Sin dudas, era la persona con la cual quería crecer y vivir siempre...
Tanto así que llegue a mentirle sobre mi para impresionarlo. Si, cometí el peor error, caí en la mentira.
Mas tarde, mas temprano, todo se sabe. Y fue ahí, cuando mi relación cayo, como esa hoja seca en el otoño, o como esa manzana madura del árbol. Cayo sin mas.
Fue duro salir adelante, pero la pareja perfecta no es esa que no discute, si no que a sus problemas los supera juntos.
Yo no fui la peor persona, pero tampoco una santa. Supe reconocer mis errores y arrepentirme por ellos. Quizá mucho tiempo fingí ser quien no era. "Maru" odiada por muchos, falsa admiración por pocos.
Mi pasado me jugo en contra muchas veces, esta es una de ellas. No es nada terrible, pero a veces pequeñas cosas te forman y te marcan, te hacen, de cierto modo.
Aprendí a que cada acción en la vida tiene que ser pensada mil y una vez antes de ser cometida.
Aprendí también que la mentira no te lleva a ninguna parte.
Que cuando quieres impresionar a alguien, simplemente tienes que ser tu misma.
Que los errores se perdonan, siempre y cuando sean reconocidos y no ocultados.
Que todo sale a flote.
Que después de una mentira, viene la cruel y dolorosa desconfianza, y cuesta salir de ella, a veces nunca se logra.
Que lo que somos, siempre lo seremos, lo que hicimos, siempre ira con nosotros, y lo que seremos, seguirá este libro de nuestra vida.
Quizá el blog debería ser simplemente sobre reseñas de libros, pero quería dejar una pequeña enseñanza que a mi me dejo la vida...
A pocos días de cumplir 7 meses con la persona que mas amo después de mi Madre en mi vida, no se a que lugar me llevará el destino, si la relación seguirá o no. Lo que se es que aprendí mi lección. Que no debo seguir fingiendo, que siendo YO, puedo conseguir mucho mas, que siendo una fantasía.
Decepcione a mucha gente, mi error fue querer ser perfecta. No me justifico y entiendo su dolor. Pero pido que solo a veces logremos ponernos en el lugar del otro, entenderlo, sin dejarle de enseñar el buen camino de las cosas, pero dando la oportunidad de cambiar.
Espero que la persona que lea esto, vea que en mi corazón hay un gran amor por ese chico llamado Santiago, que como quizá muchos adolescentes, me enamore perdidamente. Falle, pero cambié. Todos podemos hacerlo.
Siempre hay una solución. Y esa es la verdad...