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domingo, 20 de abril de 2014

Presentación.

Bueno, digamos que como primer instancia me voy a presentar.
Soy una chica de un país pequeño llamado Uruguay. Soy adolescente, que me han dicho significa que crecí y estoy lista para reproducir me. ¿Les cuento algo? No es lo que quiero... Otros por ahí me han dicho que ser "adolescente" viene del termino "Adolecer" sufrir básicamente, en el diccionario encontraras que es carecer y padecer. Pero yo no padezco ni carezco, yo sufro. 
¿Por qué lo digo? porque todo me va mal. Así de simple y sencillo. Siento que nadie me entiende, y lo se, nadie sufre y siente lo que yo. ¿Es así no? 
Si alguien llega algún día a leer esto, sepan que sufro mas que ustedes. Yo se lo que digo.
Como toda adolescente que adolezco me enamoré. Y que complejo esto. 
Les explico...
Enamorarse es cuando sos pequeño, "sentir cosquillas en la panza", "tener mariposas en el estomago", "quedar idiotizado". 
Cuando ya sos mayor, enamorarse es lo peor que puede suceder te y a su vez lo mejor.

Es sentirse bien con alguien, amarlo, ser feliz, es un estado emocional el cual te cautiva, el cual te maravilla y te lleva a otro lugar. Hasta que llega el maravilloso día en el que despiertas y esa persona dejo un mensaje en tu teléfono móvil o en Facebook diciéndote que prefiere terminar. 

¿Y les digo algo?

Hasta hace unos días creía que la frase "No sos vos, soy yo" ya no se usaba. Pero me equivoque. 
¿Adivinen que? Si, me dijo eso. Así de simple y sin anestesia. Enamorarse es formar un puente entre dos corazones, entre dos extremos. Pero como formar ese puente si el que pone el pilar, el que pone su corazón sin importar que este sufra o se destruya es una sola de las partes. Imposible, no me logro imaginar un puente enganchado de un solo lado. Seria mas una rampa que una conexión.
Al fin y al cabo, acá quede yo, con sueños, anhelos, ideas, y miles de momentos que me quedaron grabados a fuego con ese chico que me dejo sin importarle absolutamente nada. ¿Entienden mi sufrir?
Se que soy coherente pero quizás también me contradiga. Es simple, soy adolescente y me puedo justificar con eso. ¿Verdad?
Siento que les hago muchas preguntas y nadie me las contesta. 
Mejor les sigo contando sobre mi... Me gusta leer, escribir, soñar, comer, jugar, escuchar música y cantarla como si estuviera en un concierto. El problema es que no tengo espectadores. ¿Entienden la comparación? Yo se que no. Así es mi vida, una función sin espectadores. Es una magnifica obra de arte jamas antes mostrada, de amor, desamor, orgullo, y muchas mas cosas que el personaje principal sufrió. Que esta representada en el mas grande teatro de la historia, con la mejor producción y puesta en escena, pero sin personas que aplaudan y reconozcan el esfuerzo de los actores, o directa mente del guionista. Y hablando de el... Como se debe entretener con estas obras que hace, ¿no? Miren me. Debe ser divertido ver a una sufrida chica escribir y vivir cosas que cree únicas. Maldito guionista.
Esta bien me desvié del tema...
Les contaba... Estudio en un liceo publico de mi ciudad, Pando. Se encuentra en Canelones, pegado a el magnifico Montevideo, capital de Uruguay. Tengo amigos, obvio. Pero a veces creo que sufro algún tipo de esquizofrenia porque prefiero hablar con seres que no existen, como por ejemplo mi almohada, es mejor que hablar con una persona y que te diga: -¡Te lo dije!
Esa simple frase que provoca en vos, una reacción casi atómica que da lugar a que sientas la importante y desesperada necesidad de romperle los huesos de la cara al que te lo dice.  Así es.
Tengo perros, muchos... Los amo, pero tienen nombres que cuando los digo pienso que clase de personas con problemas de comprensión y falta de realidad se los pone. Si, fuimos yo y mi mamá quienes les pusimos así. Chucho, batuque, serpico, dana, guapo, chola, negra, kiara, entre otros. Los únicos normales son negra y kiara, pero son solo sus nombres, ellas no son para nada normales. 
Son animales que odian a toda clase de persona desconocida a la casa, hasta que se encariñan y son un amor. Mi madre y mi abuela suelen hablar con ellos, por eso digo que no hay nada normal en mi familia. 
Y es mas, por eso digo que yo tampoco soy normal.
Hablando de mi mamá. Es una mujer hermosa en muchos aspectos, buena, comprensiva, cariñosa, hasta que se enoja y es la persona mas irritante del planeta tierra. Sus gritos son una descomposición armónica imposible de arreglar. Tan así que te taladra la cabeza cada vez que pronuncia una palabra. Por eso es que trato de ser lo mas aplicada posible, para no escuchar sus gritos. Es educadora, quizás es por eso que grita tanto. Trabajó con niños con discapacidades diferentes y ahí descubrí que la vida no es solo lo que esta delante de nuestros ojos. Descubrí que la vida es levantarse cada mañana y salir a luchar contra el mundo exterior, también descubrí que la vida es eso que dejamos pasar mientras nos sentamos a seguir una mosca o a ver que hay de nuevo en Facebook, descubrí que mientras estoy tirada en la cama diciendo que mi vida es desastrosa, hay otra persona en las calles luchando por poder sobrevivir, o que hay una persona arriesgando su vida para salvar a otros. Descubrí que saber de la vida, no es ser como mamá y papá que conocen muchas personas y vivieron miles de situaciones, es estar ahí. Presente en cada situación, en cada acción de cada uno de los seres vivos, es entender, es comprender, es ver justamente mas halla de lo visible. La vida es todo y mi vida justamente es... mejor me callo. Les seguía contando.
Estaba de vacaciones saben, y sinceramente fueron las mejores de toda mi vida, las pase con el chico que tanto amo y tanto me complica el existir. Si, el que me dejo. 
A ver, se que vamos a volver, me conozco, lo conozco. Todo va a estar bien, supongo...
Es el chico mas perfecto, hermoso y dulce del mundo, y no lo digo porque lo ame. Si no porque se ve en su ser. 
A veces lo odio tanto casi como lo amo, pero al fin y al cabo, somos adolescentes, y estamos para entretener al guionista. 
Ustedes dirán que estoy loca. Si, quizá. Pero en muchas oportunidades me pregunto: ¡Que irónico que un corazón roto pueda aun seguir latiendo!
Lo digo por mi en este momento y las muchas personas al rededor del mundo que sufren lo que yo. 
Pero no se olviden, yo sufro más.
Me gustaría seguir contándoles de mi vida, pero me acabo de acordar que tengo que leer un libro para un escrito de literatura. Si me perdonan, seguiré luego. Se los prometo... Obviamente si quieren... Háganme saber si quieren o no, porque aun no eh encontrado la forma de saber lo que piensan.
A por cierto, me llamo Maria Eugenia. díganme como quieran, al fin y al cabo es lo mismo.
¡Chau!

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